El cine de acción en los 80’s atravesó su mejor época con 2 nombres que sobresalían por encima del resto y eran sinónimo de calidad, Stallone y Schwarzenegger. La crítica nunca estuvo de su lado, pero como chaval que creció viendo todas esas pelis en las que se repartían hostias como panes y el prota arreglaba los líos, mataba a los malos y se llevaba a la chica, adoro todas estas cintas; Cobra, Commando, Perseguido, Encerrado, Ejecutor, Tango Y Cash… Las iremos comentando todas en este blog.
En esta ocasión Stallone interpreta a Marion Cobretti o Cobra, un polícia duro de pelar dispuesto a utilizar la fuerza bruta si es necesario. En el departamento no todos comparten el gusto por su método pero de lo que no hay duda es que es el más efectivo contra los criminales. Además un nuevo asesino anda suelto en la ciudad y ha matado a 15 personas en menos de un mes. Deberán hacer lo posible para pararle los pies antes de que siga matando a gente inocente.
La peli abre con una escena en un supermercado simplemente antológica. Un chalado entre escopeta y bomba en mano liándola parda y exigiendo la atención de los noticiarios. En lugar de los reporteros llega a escena Cobra para poner las cosas en su sitio. Tras algunos movimientos curiosos y alguna de sus frases de macarra soluciona la situación.
La cinta no da tregua (sólo dura 80 minutos!) y los acontecimientos se suceden a la velocidad de la luz. A pesar de ello el director griego George Cosmatos (que ya había dirigido a Sly en Rambo II) se las apaña para colarnos una escena totalmente gratuita y/o prescindible. Hablo del momento videoclip para el lucimiento de Brigitte Nielsen (Ingrid en la película) que, casualmente, era la pareja de Stallone por la época. No hay que pasar por alto que el guión basado en la novela “Fair Game” de Paula Gosling es del propio Stallone. Vamos, que su papel y el de ella estaban hechos a medida.
Pues bien, por pura casualidad Ingrid se cruza con el asesino y su troupe. A partir de entonces los criminales intentarán dar con ella para que no les identifique y por su parte Cobra deberá impedirlo. Así pues, tras varios intentos y una potente persecución en coche nos plantamos, sin apenas darnos cuenta, en la típica y necesaria escena de “pelea final”. Un clásico de culto para los que disfrutamos del cine de acción y mamporros.
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