Tenía ganas de ver el último trabajo de Richard Kelly, conocido principalmente por haber escrito y dirigido Donnie Darko con tan solo 26 años. Hay que decir que en esta casa esta película nos cautivó en muchos aspectos, así que sentíamos interés por ver la historia que envolvía esa caja de cartón.
Como con tantas otras cosas, así a priori la opción de Cameron Diaz y del guapito de turno de X-Men James Marsden como protagonistas de la cinta no parecía muy optimista, aún así hay que admitir que Kelly les supo sacar partido y su actuación no resulta tan molesta como cabría esperar.
De nuevo el planteamiento de la historia tiene que ver con la casualidad, el espacio-tiempo, la patética condición humana y las consecuencias, y por supuesto los lazos familiares resultan también esenciales.
De madrugada en el hogar de los Lewis alguien deja una caja de cartón delante de la puerta principal indicando que el señor Steward se pondrá en contacto al día siguiente. La caja contiene una estructura con un pulsador cerrado con llave.
Efectivamente Norma Lewis (Cameron Diaz) recibe la visita de este hombre con apariencia distinguida, Arlington Steward (Frank Langella), y con una cara cuando menos inquietante debido a una exagerada deformación causada por algún accidente. Los Lewis han sido elegidos para formar parte de un test y en el plazo de 24 horas deberán decidir si apretar ese botón. Si lo hacen ganarán un millón de dólares a costa de que alguien desconocido muera, si no, la caja se reprogramará y se ofrecerá el mismo trato a otra familia.
Ahí es donde surgen las dudas, el dinero realmente o es necesario para ser feliz pero ayuda, el matrimonio está necesitado de una inyección económica y para rematar, Arthur (James Marsden) no ha pasado la prueba psicológica para convertirse en astronauta…entre tanta reflexión Norma aprieta el botón, sin creer muy bien que va a pasar, hasta que Steward les entregará el maletín con un millón de dólares, se llevará la caja y desaparecerá. Es en ese momento cuando la pareja intentará volver atrás, renunciar al dinero y continuar sus vidas como si no hubiera pasado nada, pero esta ya no es una opción disponible.
A partir de este momento comenzará una paranoia difícil de explicar, y los eventos que seguirán serán fruto de esa decisión…con fatales consecuencias, como uno puede imaginar.
El argumento de The Box es muy original pero desafortunadamente se desarrolla de forma muy caótica dejando muchos cabos sueltos y muchas cosas por explicar, se podría sacar muchísimo jugo de esta historia pero el resultado termina siendo muy discreto y hasta pobre. Si es cierto que me gustaría volver a verla en breves, pero el efecto inicial ha sido bastante negativo.
El planteamiento moral podría dar mucho más juego, pero la decisión y el arrepentimiento realmente duran un suspiro, entrando ya en una espiral de paranoia que en ocasiones causa la sensación de perder el hilo totalmente.
Está claro que tras Donnie Darko el listón está demasiado alto y es muy difícil de superar, pero teniendo en cuenta la juventud y creatividad de Kelly, hay que ser exigentes con su trabajo, y al igual que su participación como guionista en Domino dejó bastante que desear, con la Caja se queda muy corto. Como en el colegio, necesita mejorar.
Peanut Butter Banana Movies 